[1] En tal sentido, los conceptos de comunidad lingüística y pueblo (como unidad demográfica) coinciden espacialmente.
La actuación, por su parte, rige las nociones de aceptabilidad e inaceptabilidad, con las que se remite a las construcciones que gozan o no de aceptación social por ser propias o impropias.
Las variedades diatópicas dan lugar a varios sistemas de códigos, a saber: a) la lengua es el mayor de todos, y se caracteriza por su fuerte diferenciación, tradición literaria e imposición sobre otros dialectos del mismo origen; b) el dialecto es un subsistema del sistema principal, esto es, un sistema que se deriva de otra lengua, y posee una definida marca territorial, si bien no privan ya la fuerte diferenciación y la tradición literaria; y c) el habla local es la manera peculiar como una zona geográfica menor actualiza la lengua.
Según el tipo de discurso, variará la actitud comunicativa del hablante y, por ende, sus rasgos estilísticos.
La relación entre emisor y receptor condicionará el uso de un registro formal o informal.