Lo dirigió « oficialmente » una comisión departamental que reemplazó al prefecto encabezada por el abogado y poeta Gaston Crémieux.
Aunque el sentimiento republicano se extiende por la ciudad y los alcaldes son más bien proclives, lo cierto es que no adoptan un compromiso claro.
Entre ellos, un buen número de folletos republicanos, vigilados por la policía, a menudo condenadas, pero activas, cuyo periódico Le Peuple, dirigido por Gustave Naquet.
Crémieux lo inicia en la logia de «La Reforma», donde se encuentran algunos futuros personajes del municipio, como Rouvier, Naquet y Esquiros.
A ellos se unen Félix Debray, contratista, Joseph Maviel, zapatero, Esprit Tourniaire, masón, y Eugène Barthélémy, empleado.
Este primer movimiento la administración local, fiel a las leyes imperiales, lo reprimió con severidad.
En ese momento, la creación de la Liga del Mediodía —quince departamentos—, dirigida localmente por Esquiros, Bastélica y Crémieux, refuerza el polo republicano.
Sin embargo, comienzan a producirse los primeros conflictos entre moderados y blanquistas, que alcanzan su punto álgido cuando Esquiros, administrador superior de las Bocas del Ródano como prefecto, pierde la confianza de Gambetta.
Alphonse Esquiros, no puede oponerse abiertamente al gobierno provisional de Tours y en septiembre, envía Gaston Crémieux a la ciudad, con la intención de intentar una conciliación entre Adolphe Crémieux y Gambetta que fracasa.
Mientras la guardia cívica de Esquiros se disuelve por orden el ejecutivo provisorio, Gambetta corta los puentes con la Liga.
Crémieux, presente en Burdeos, interviene desde las tribunas para saludar a Garibaldi, elegido ilegalmente pues era italiano, lo invita a la cámara e impiden que los diputados monárquicos hablen con estas palabras que han quedado para la posteridad: «¡Mayoría rural, vergüenza de Francia!» Desde las tribunas se lo aplaude fuertemente para disgusto de otro marsellés, Adolphe Thiers.
Ese mismo día, Crémieux asume el mando de un tercer movimiento subversivo.
Crea el club de Eldorado (republicano radical, incluso socialista), frena al club de la guardia nacional (moderado), denuncia a Versalles, y reclama que se sostenga París y su Comuna.
Ante la tibieza del club de la Guardia Nacional, Crémieux vuelve a hacer esperar la Eldorado.
[6] Landeck se pone al frente de la Comisión, y trata a todos los moderados como sospechosos.
[7] Arrestado, soltado, amenazado, y desposeído para siempre, Crémieux se ve tentado a dimitir.