Fue al liceo en París y luego a la Sorbona, donde siguió cursos pero nunca se graduó.
Educado en la fe católica, su amigo Lamennais lo convirtió en descreído, librepensador y anticlerical militante.
Se inició como hombre de letras en 1834 con un volumen de poesías, les Hirondelles, alabado por Victor Hugo, nada menos, y se consagró con dos novelas: Le Magicien (1834) y Charlotte Corday (1840), que conocieron gran éxito.
[1] En esa tesitura escribió una segunda colección de versos, Les Chants d'un prisonnier (1841).
Lleno de desprecio por la masonería, se hizo iniciar sin embargo en 1851 durante su estancia en Inglaterra al mismo tiempo que Emmanuel Gustave Naquet, prefecto de Léon Gambetta en Córcega y director del periódico Le Peuple.
De vuelta a Francia en 1869, se presentó candidato por la oposición radical en la cuarta circunscripción des Bouches-du-Rhône, por la que fue elegido el 7 de junio diputado al Cuerpo legislativo del Segundo imperio.
Siguiendo en la extrema izquierda se opuso en toda ocasión al gobierno y votó contra la declaración de guerra a Prusia.