Comisario del Santo Oficio

El comisario del Santo Oficio era el ministro o delegado eclesiástico, que el tribunal de la Inquisición tenía en los arciprestazgos y pueblos para desempeñar algunos encargos, de los que incumbían al mismo y, principalmente, para formar la sumaria en los delitos de que dicho tribunal conocía.Después se fueron aquellos aumentando y como ensanchaban cada vez más el círculo de sus facultades, tuvieron que nombrar delegados que les ayudasen en el desempeño de sus funciones.A estas causas se debe la creación de los comisarios del Santo Oficio, que, si en un principio no ejercieron atribuciones de gran importancia, al poco tiempo la tuvieron y no escasa.Y como estos cargos no tenían sueldo sino tan solo derechos en algunos asuntos determinados, resultaba que la mayor parte de las veces se hallaban desempeñados por clérigos, que no tenían conocimiento del derecho.Se confundían a veces los comisarios con los familiares del Santo Oficio pero todas las dependencias cesaron con la institución.