Historieta en los Estados Unidos

La historieta o cómic estadounidense constituye una de las tres grandes tradiciones historietísticas a nivel global, junto con la franco-belga y la japonesa.Siendo la primera en generar una verdadera industria y en adoptar de forma consistente el globo de diálogo, lideró la producción mundial durante toda la primera mitad del siglo XX, gracias a series como Flash Gordon, Krazy Kat, Li'l Abner, Little Nemo in Slumberland, El Príncipe Valiente, Popeye, The Katzenjammer Kids, Terry y los piratas, Blondie y The Spirit.Entre sus autores más reconocidos, pueden citarse a Neal Adams, Carl Barks, Richard Corben, Robert Crumb, Will Eisner, Burne Hogarth, Jack Kirby, Harvey Kurtzman o Frank Miller.Cuenta con premios como el Eisner y su evento más importante es la Comic-Con de San Diego.En la época dorada de la prensa estadounidense, los dos principales editores del país, William Randolph Hearst y su rival Joseph Pulitzer, decidieron usar la historieta como una manera de vender sus periódicos a una población emigrante que no entendía muy bien el inglés pero sí podía leer las historietas.Surgen pronto series con personajes fijos, como The Little Bears, de James Swinnerton en 1892.Al año siguiente, se incorpora el color en el suplemento dominical del New York World de Pulitzer.Ese año, la editorial King Features Syndicate contrató como ilustrador a Alex Raymond para que dibujase dos series dominicales: Flash Gordon y Jungle Jim, y una diaria: Secret Agent X-9 (con guiones del escritor Dashiell Hammett).Aunque el primer comic book (Funnies on Parade) había sido publicado por Max Gaines en 1933 y ya habían surgido pequeñas compañías como All Star Comics o Detective Comics a mediados de la década, no será hasta 1938 que aparezca el primer superhéroe: Superman, creado por Joe Shuster y Jerry Siegel.La mayoría fueron creados durante la Segunda Guerra Mundial y en un principio apelaban al patriotismo del público estadounidense, presentando nombres o uniformes relacionados con EE. UU.Los superhéroes tenían esquemas narrativos muy parecidos a las tiras de aventuras: historia entre la realidad y la ficción, en forma de serie continua, basada en un protagonista carismático con doble identidad, máscara/disfraz o complementos.Muchas de las nuevas historietas están orientadas, además, hacia un público cada vez menos infantil.A mediados de los sesenta había surgido también un importante movimiento contracultural, cómic underground, con autores como Robert Crumb (El gato Fritz, 1965), Gilbert Shelton (Fabulous Furry Freak Brothers, 1968), Vaughn Bodé (Cheech Wizard, 1971) o Richard Corben (Den, 1971).También se crean formatos más caros y lujosos, y en general se busca un lector más adulto, al que ya se dirigen sin ninguna duda Harvey Pekar con American Splendor (1976), un redivivo Will Eisner, quien populariza el concepto de novela gráfica a partir de su Contrato con Dios (1978) y Art Spiegelman con Maus (1980).Algunos de los nuevos autores buscan una alternativa a los géneros y formatos predominantes, tendiendo a menudo hacia el costumbrismo (incluso autobiográfico) y la historieta experimental, como es el caso de Peter Bagge, Charles Burns, Daniel Clowes, Jason Lutes, David Mazzucchelli o Chris Ware, mientras que Joe Sacco cultiva su vocación periodística.
Una de las primeras páginas de Little Nemo in Slumberland .
Portada de Tales of Horror , un cómic de terror de la década de 1950.
Dominical de Krazy Kat de 1922.
Milton Caniff en 1982.
Will Eisner en 1982.
Chris Ware en el Festival de Angulema de 2009.