La comedia negra o ácida es un género cinematográfico que se caracteriza por tratar temas tabú, como la muerte, abordados de manera humorística.
En la comedia negra los conflictos evidencian una disfunción que funciona como burla a las instituciones como la familia o la religión.
El hombre como bestia, el absurdo del mundo y la omnipotencia de la muerte son sus principales ejes temáticos.
Estas son técnicas retóricas de la incongruencia que cuestionan nuestras ideas establecidas sobre la violencia.
Esto se debió a la aparición de películas como Arsenic and Old Lace (1944), The Lady Killers (1955) y The Trouble with Harry (1955), que fueron películas con una premisa simple: el asesinato puede ser divertido.
Se trivializa la muerte mostrando a sus protagonistas asesinos matando gente con compostura amable.
En la comedia negra los personajes tienen una fuerte convicción, a tal punto que no advierten las repercusiones de su comportamiento.
Este dispositivo se divide en tres partes: introducción (se establece una ley mediante diálogo o acción), validación (acto que confirma la ley y crea expectación) y violación (rompe con la lógica con una sorpresa para generar risa).
Los siguientes filmes son considerados ejemplos de comedia negra según la definición planteada por Connard.