Luego de reorganizar sus fuerzas, marchó hacia Cuenca el 21 de febrero, y al no encontrar a los realistas en esa ciudad siguió con su ejército la marcha y su caballería los alcanzó el 21 de abril en Riobamba.
Esta primera y audaz carga contra la caballería realista de 400 jinetes, supuso otra más del mismo escuadrón, y en su apoyo, viendo su heroicidad y yendo a su emulación, intervinieron en la segunda y definitiva carga de caballería los Dragones y Cazadores montados.
Los patriotas triunfaron en el encuentro y entraron en Riobamba.
El comandante Sucre destacó en su parte la "intrepidez de la que habrá raros ejemplos", del mayor Lavalle y su escuadrón.
Es conocido localmente como el más brillante combate de caballería en las Guerra de Independencia Hispanoamericana.