Además de McQueen y Newman, el reparto incluye a William Holden, Faye Dunaway, Fred Astaire, Susan Blakely, Richard Chamberlain, O. J. Simpson, Robert Vaughn, Robert Wagner, Susan Flannery, Gregory Sierra, Dabney Coleman y, en su último papel, Jennifer Jones.
Adicionalmente, ese constructor también redujo las medidas de seguridad contra el fuego.
Luego, se les plantea una solución muy arriesgada para acabar con el incendio: ambos tienen que colocar explosivos en los gigantescos depósitos de agua (3000 metros cúbicos) ubicados en la azotea del edificio y la fuerza del agua apagaría el fuego, con el consiguiente riesgo de arrastrar todo lo que encuentre a su paso, incluyendo a las personas.
Al final se decide hacerlo, cuando los bomberos pierden el control del fuego.
En la reflexión final, el personaje de Paul Newman dice: "No sé, tal vez debieran dejarlo como está, como un monumento a la ambición humana".
Varios actores que aparecieron en pequeños roles, incluyendo John Crawford, Erik Nelson, Elizabeth Rogers, Ernie Orsatti y Sheila Matthews, habían aparecido previamente en La aventura del Poseidón, que también produjo Irwin Allen.
[5] Adicionalmente también fue catalogada como la mejor película de catástrofes filmada durante esa década.