Como para todos los colobos, la desaparición del pulgar es una adaptación al modo de vida arborícola.
Es diurno y permanece generalmente en los árboles, aunque en las regiones poco boscosas, a veces baja al suelo.
Hace turnos con los otros miembros de su grupo para dormir en las noches para poder vigilar a los depredadores como águilas, leopardos o chimpancés.
Es estrictamente herbívoro y las hojas nuevas constituyen la parte fundamental de su alimentación.
No tienen un período de acoplamiento fijo y los nacimientos pueden ocurrir durante cualquier época del año.
Sin embargo en muchas regiones adecuadas para su vida, han sido protegidos y siguen siendo abundantes.