En el siglo XV se construyó la iglesia, y en la casa solariega con el escudo de los Cabrais vivió Pedro Álvares Cabral, hijo de los Señores de Belmonte.
En el siglo XVI contaba con 15 habitantes y aun pertenecía al Señorío de Belmonte.
Un siglo más tarde la población se había multiplicado hasta alcanzar los 50 habitantes, pero durante la guerra de la restauración fue destruida.
[2] En 1940 tenía 60 habitantes que fueron desalojados en 1957 por desacuerdos con la entonces dueña de las tierras.
[4] El poblado tuvo expediente de clasificación como bien cultural por la Dirección General de Patrimonio Cultural portugués, que no llegó a término.