Los alumnos tenían derecho a alojamiento, manutención, dos uniformes, calzado y barbero.
El edificio pasó a ser utilizado después como Escuela Nacional y Cuartel de la Guardia Civil.
Su fachada principal tiene una composición simétrica en la disposición de sus huecos.
Una ancha cornisa soporta la cubierta a cuatro aguas que, desde la crujía, vierte sobre el patio interior.
Los arcos apoyan sobre columnas áticas de fuste corto.