[1] También suele coincidir con la adicción a la cocaína, que es un trastorno biopsicosocial caracterizado por el uso persistente de clorhidrato de cocaína y/o crack a pesar del daño sustancial y las consecuencias adversas.
La cocaína es un poderoso estimulante conocido por hacer que los usuarios se sientan enérgicos, alegres, comunicativos, etc. Con el tiempo, los efectos secundarios negativos incluyen aumento de la temperatura corporal, frecuencia cardíaca irregular o rápida, presión arterial alta, mayor riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e incluso muerte súbita por paro cardíaco.
[6] Cuando se usa habitualmente, la cocaína, debido a su naturaleza altamente adictiva, puede cambiar la estructura y función del cerebro.
[8] Cuando no se consume cocaína, aumenta el descontento y el estado de ánimo negativo del individuo.
Otros factores incluyen la vía de administración y si se usaban otras sustancias junto con la cocaína.
Éstas eran las tasas agregadas para todos los tipos de uso considerados, como fumar, esnifar e inyectarse.
Las mujeres tenían 3,3 veces más probabilidades de volverse dependientes que los hombres.