Club Femenino y de Deportes de Barcelona

Este último siguió un modelo europeo y fue frecuentado por las intelectuales, en cambio, el Club Femenino, fue la primera entidad deportiva exclusivamente femenina de todo el Estado español y quería tener un carácter más popular y ser asequible económicamente a más mujeres.[1]​[2]​[3]​ El aumento de la práctica del deporte por parte de las mujeres —y su visibilización— fue, desde principios del siglo pasado, un fenómeno que se tiene que analizar teniendo en cuenta aspectos diferentes y complejos.Por un lado, la práctica deportiva fue considerada absolutamente moderna, y las imágenes que se construyeron -por ejemplo a la publicidad y al arte- de las «mujeres modernas» recogieron este imaginario, asociando la práctica deportiva al uso de ropas más cómodas y a una «mujer liberada», preocupada por el cuerpo, por las relaciones sociales y por la moda.Los deportes que practicaban las chicas en el club eran: natación, gimnasia, atletismo, esgrima, tenis, baloncesto, patinaje, excursionismo, hockey...[1]​ Un aspecto muy destacable y particular de esta asociación deportiva fue la importancia que se quiso dar al desarrollo intelectual, cultural y educativo.[1]​ Además, el club fue un espacio que se significó políticamente, por ejemplo en la campaña pro-amnistía de 1930, al plebiscito por el estatuto en 1932 o en la organización de la Olimpiada Popular en Barcelona el 1936.
Equipo de baloncesto del Clubo Femenino y de Deportes del 13 de julio de 1930 en el Torneo Exposición de Barcelona. Derechas, de izquierda a derecha: Elvira Jaumandreu, Maria Morros, Maria Zamarreño, Carme Pascó. Sentadas, de izquierda a derecha: Carme Sugrañes, Magda Tiza.