Entre este grupo de amigos rápidamente tomó un papel destacado Florentino Ortiz, conocido por todos como Flores.
Una anécdota curiosa es el precio que valió en su día dicha equipación: 3.500 pesetas incluido un balón de regalo.
El C. D. Carranza fue inscrito en una liga interpueblos y disputó su primer partido frente al C. D. Paracuellos, perdiendo por 4-1.
Al principio eran los propios jugadores los que decidían la alineación y, más tarde, una persona determinada se encargaba de esta tarea.
No es hasta varios años después que el club se instala definitivamente en el moderno Polideportivo Dehesa Boyal.