Fue lanzado en 1980 y es considerado uno de los discos más importantes del movimiento post-punk.
Fue lanzado originalmente por Factory Records y alcanzó el puesto número 6 en el UK Albums Chart.
El álbum fue producido por Martin Hannett y tiene un sonido mucho más sombrío que su antecesor, Unknown Pleasures, donde los sintetizadores y efectos de estudio toman un papel protagónico.
Las canciones, en su mayoría, tienen una desesperada y profunda atmósfera fúnebre, lo que está reflejado en la portada diseñada por Peter Saville de una tumba del Cementerio de Staglieno, a pesar de que la hizo sin haber escuchado aún ninguna canción del álbum.
Todas las canciones escritas y compuestas por Joy Division.