Era hijo de madre gálata cristiana y padre romano pagano, quien murió cuando Clemente era niño.[4][1] En esos tiempos era emperador Diocleciano, que en el año 303 proclamó edictos para desterrar el cristianismo de todo el imperio.Dado que el emperador tampoco consiguió apartarlo del cristianismo, ordenó torturarlo nuevamente.Esto hacía que muchos infieles ―al ver su ejemplo y al escuchar sus palabras de fe en Cristo― se convirtieran.[1] Finalmente llegaron por segunda vez a su ciudad natal,[3] mientras las tierras romanas eran gobernadas por el emperador Maximino.