Los santos Claudio, Lupercio y Victorio (León, martirizados hacia el 304) fueron tres soldados del ejército romano, mártires durante las persecución a los cristianos y venerados como santos por la Iglesia católica.
[1] La relación paterno filial de estos santos y Marcel también ha sido descrita como apócrifa.
Algunos escritos dicen que es más probable la tesis de que Claudio, Lupercio y Victorio fueran soldados de origen hispánico y que fueran mártires en León, lo que explicaría su culto arraigado en el antiguo Reino de León y territorios cercanos.
[2] La coincidencia de las fechas al martirologio romano haría que se creara una leyenda que la explicara, y de ahí que pasaran a convertirse en hijos de Marcelo.
Entonces, se trasladaron a la iglesia de San Marcelo, en León, donde están actualmente.