Tras la SGM fueron entregadas a numerosas marinas de todo el mundo.
Las nuevas máquinas únicamente aumentaron la velocidad en 3 nudos (5,56 km/h) pero al aumentar el tamaño del barco pudieron instalarse depósitos de combustible mayores que incrementaron la autonomía hasta las 7.200 millas (13.330 km) a 12 nudos.
La experiencia obtenida con las corbetas Flower influyó notablemente en el armamento instalado en estos nuevos barcos.
En lo referente a sensores, las River fueron las primeras unidades dotadas de sonar activo, además del ASDIC normal, lo que permitía a los barcos mantener el contacto con los objetivos incluso mientras disparaba.
Se construyeron un total de 151 unidades entre el Reino Unido, Canadá y Australia para las siete armadas que las utilizaron durante la SGM.