[1] Aunque es contemporáneo del Achelense y comparte sus mismos rasgos tecnológicos, carece de bifaces.
Las lascas así obtenidas se distinguen por el talón grueso, casi siempre liso o cortical, y con un contraconcoide muy prominente.
En las terrazas del río Somme (cercanías de París, Francia) industrias de este tipo se han asociado a restos fauna (Elephas antiquus y Elephas meridionalis), a las mismas cotas que el Abbevillense (es decir, inicios del Achelense).
Este retoque suele tener con objeto obtener una profunda escotadura o hendidura en el filo, por medio de un único lascado muy penetrante y marcado: Muesca clactoniense.
Entendiéndolo así, el clactoniense existe dentro del Achelense[3] (quizá como variante, a lo largo de todo su desarrollo[4]) e, incluso, durante etapas posteriores.