Santoro estudió piano y violín, su empeño le sirvió para que el Gobierno de Amazonas le mandase a estudiar en Río de Janeiro.
Estudió composición musical con Hans-Joachim Koellreutter, compositor de la escuela vanguardista (dodecafonismo) que influenció mucho el estilo de Santoro.
Ya bastante conocido, recibió un premio de la Fundación Lili Boulanger, en Boston.
Entre sus avaladores estaban los compositores Ígor Stravinski y Aaron Copland.
Participó en la fundación y tocó como intérprete en la Orquesta Sinfónica de Brasil.