Cihuateteo

Cihuateteoh o Cihuapipiltin (del náhuatl: Siwateteoh ‘mujeres diosas’‘siwatl, mujer; teteoh, dioses’) en la mitología mexica son espíritus femeninos encarnados, como sus contrapartes masculinos Macuiltonaleque, que se decía regresaban a la tierra en ciertos días después de cumplir sus cuatro años de servicios al Dios Sol Tonatiuh en el Tonatiuhichan; como almas de las mujeres nobles muertas al dar a luz, a las Cihuateteoh, se las honraba como guerreras caídas por perder la vida al dar a luz como a los hombres guerreros muertos en batalla.Su esfuerzo físico animaba a los soldados en la batalla y por eso se creía que acompañaban a los guerreros al cielo y también guiaban la puesta de sol por los cielos del poniente.Después del funeral, presidido por el esposo y un cortejo de parteras, en el patio de un templo de Cihuacóatl, los parientes más cercanos debían vigilar su tumba durante cuatro días, pues los guerreros solían desenterrarlas para llevarse en ese tiempo el dedo medio izquierdo y cabello de la muerta, considerados poderosos amuletos de protección en la batalla, y cabellos y antebrazo izquierdo los hechiceros para sus encantamientos.Así, volvían al mundo de los vivos para cazar al acecho por las noches a los viajeros en los cruces de caminos, así como para encantar templos y enfermar a niños y jóvenes.El texto explica cómo para prevenirse de sus ataques en los días en que regresaban a la tierra, los vivos les colocaban alimentos en altares construidos en los cruces de caminos.
Cihuateteoh, Códice Borgia. [ 1 ]
Representación de una Cihuateotl, en el Museo del Templo Mayor