El libro fue el primer trabajo a gran escala para abordar la reforma penal y sugerir que la justicia penal debe ajustarse a principios racionales.
Entonces, Toscana fue el primer estado civil del mundo en eliminar la tortura y la pena capital.
En 2011 se avanzó en todas las regiones del mundo, particularmente en Estados Unidos: Illinois se convirtió en abolicionista y en abril de 2012 Connecticut se convirtió en el 17º estado en abolir la pena de muerte, convirtiéndose así en el quinto estado estadounidense en revocar pena capital en los últimos cinco años".
En esta ocasión las ciudades participantes muestran su compromiso por la vida y contra la pena de muerte.
Las ciudades siguen sumándose a esta causa, muchas en países que mantienen la pena de muerte.