La denominación de villas o ciudades imperiales de Marruecos (en árabe, عواصم المغرب التاريخية; en francés, villes impériales du Maroc) hace referencia a las cuatro capitales que históricamente ha tenido el reino alauita a lo largo de su historia: Fez, Marrakesh, Mequinez y Rabat.[1] En la actualidad, Marruecos es una monarquía constitucionalista, por la que el Rey continúa de facto siendo el soberano, pero en ocasiones el texto supremo le priva de dicha soberanía, reservándola a la nación.Fue fundada en 1071 y se convirtió en la capital durante los dos siglos siguientes.Reconstruyó y amplió su antigua casba en una nueva ciudad-palacio monumental al sur de la ciudad vieja.En el siglo XVIII, Rabat fue designada como ciudad imperial por el sultán alauí Mohammed III, quien construyó el palacio Dar al-Majzén, aunque no designó ninguna ciudad como su capital, moviéndose continuamente entre Rabat, Fez y Marrakech.
Dar al-Majzén (palacio real) de Fez, la capital científica y espiritual