Ciudadela de Celestino Solar

El mismo año edificó las veinticuatro casas de ladrillo y madera para trabajadores gijoneses poco pudientes.

Al morir Celestino en diciembre de 1882 el testamento dejó la propiedad a sus dos hijas: María de las Nieves y Celestina que, al ser menores, fueron tuteladas por su madre Vicenta Faes Martínez y por José Antonio Muñiz.

En el año 2000 el Ayuntamiento de Gijón asumió la propiedad del terreno y, tras las intervenciones tendentes a acondicionar el terreno y rehabilitar alguna de las casitas, la ciudadela fue abierta como espacio etnográfico para preservar la memoria del hábitat obrero en Gijón.

Por otra parte, se rediseñó enteramente la museografía del espacio, con nuevos contenidos en sus exposiciones permanente y temporal, a las que se une, como gran novedad, una cuidadísima recreación de una vivienda obrera, todo ello a la luz de nuevas investigaciones.

Entre las dos hileras situadas a la derecha de la entrada se formaba un pasillo denominado «patio pequeño» por el vecindario.

En esta última habitación, que comunicaba todos los cuartos de la casa, se encontraba la única ventana.

Comparativa entre la década de 1960 y 1980.
Recreación de una vivienda.
Patio y paneles explicativos