Ciudad antitaurina

Para que dicha declaración sea adoptada por los municipios locales, las asociaciones y organizaciones que protegen a los animales ejercen su influencia y presión cerca de los respectivos alcaldes en el sentido de que declaran a sus condados como una lucha contra las corridas de toros.

Cada organización local decide la estrategia que prefiere usar, siempre teniendo en cuenta los diferentes aspectos políticos.

La declaración fue implementada en 1989 por el entonces alcalde, Telm Zaragoza, convirtiéndola en la primera ciudad antitaurina del mundo.

Esto dio lugar a que se crearan las condiciones necesarias para iniciar el movimiento.

La aceptación del concepto no siempre ha sido fácil, ya que requiere una gran conciencia entre las entidades políticas en un contexto con muchos argumentos a favor y en contra de las actividades taurinas.