Se suele expresar en situaciones de homeostasis tisular y metabólica, en infecciones, inflamaciones e incluso ante enfermedades como el cáncer o algunas relacionadas con el sistema nervioso central.
[2] La sección N-terminal de la proteína, que está formada por los 65 primeros aminoácidos, es el dominio nuclear y es necesario para llevar la IL-33 al núcleo.
[4] Basado en las predicciones moleculares, este dominio debería adoptar una estructura de hélice envolviendo al ADN.
[4] El gen IL33 se ubica en el cromosoma 9, en su brazo corto p, concretamente en la banda 24; utilizando la sintaxis del locus, de manera resumida: 9p24 .
Estas proteínas y su participación son esenciales en la respuesta inmunológica de los organismos.
En enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico, la psoriasis... estas proteínas estimulan la producción de citocinas proinflamatorias, es decir, activan a ciertas células de defensa para que liberen estas moléculas que facilitan y aumentan la inflamación.
Por otro lado, en enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus tipo 1, las interleucinas juegan un papel antiinflamatorio, ayudando a reducir la inflamación.
[8] La IL-33 se produce en distintos tipos de células: endoteliales, epiteliales, similares a los fibroblastos y miofibroblastos.
[9][10][11][12] No todas las células epiteliales producen IL-33, solo las que están expuestas al exterior, como mucosas nasales, tráquea, bronquios, alveolos o vagina.
Estas, como las anteriores, aumentan su producción en presencia de una enfermedad o algún factor externo dañino como el tabaco.
[13][14] La producción de células similares a fibroblastos y miofibroblastos se da en su mayoría en los órganos linfoides.
Al igual que los otros dos tipos, se dispara la producción cuando hay una enfermedad presente.