Dijo que convirtió al catolicismo a dos jefes visigodos, Mandrier y Flavian, que se convirtieron en anacoretas y mártires de la península de Mandrier.
La obra es una de los restos biográficos más valiosos del siglo VI.
Cipriano fue ayudado por los obispos, Firmino y Viventio, amigos de Cesáreo, así como por el sacerdote Messiano y el diácono Esteban.
La biografía fue editada por d'Achery y Mabillon en el Acta Sanctorum Ord.
Se conmemora a San Cipriano el 3 de octubre.