Por estas localidades transcurre la Ruta de la Lana, antiguo camino que aprovecha parte de una antigua vía romana secundaria (Segontia-Ercávica), comunicando el Levante español con Burgos, donde enlaza con el Camino a Santiago.
En el siglo XVIII el conde Fernando de Silva se rebeló contra los Borbones.
A partir del siglo XVIII, la villa se convirtió en un importante centro de comercio, principalmente agrícola y ganadero, hasta finales del siglo XX, en que la instalación en sus cercanías de la central nuclear de Trillo significó una fuerte inyección económica.
En los siglos XVIII y XIX hubo emigración de las familias Silva de Cifuentes a Venezuela y Colombia, en donde tuvieron enlaces comunes con la realeza alemana e italiana.
[cita requerida] Así mismo, hubo emigración de familias Cifuentes a San Carlos Sija, Quetzaltenango, Guatemala.
(La Mies es abundante, Ricardo Terga 1988) Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 1465 habitantes.