Las ciencias formales validan sus teorías con base en proposiciones, definiciones, axiomas y reglas de inferencia.
Todas ellas son analíticas y por regla general se asumen exactas o perfectas, a diferencia de las ciencias sociales y las ciencias naturales, que se argumentan de manera empírica o con métodos experimentales; es decir, observando el mundo real para encontrar más o menos evidencia a favor de una hipótesis.
Los orígenes de la lógica se remontan a la Edad Antigua, con brotes independientes en China, India y Grecia.
No existe un acuerdo universal sobre la definición exacta o los límites de la lógica.
[24] En términos más específicos se trata del estudio sistemático de la factibilidad, estructura, expresión y mecanización de procedimientos metódicos (o algoritmos) que subyacen en la adquisición, representación, procesamiento, almacenamiento, comunicación y acceso a la información.