La cianoficina fue detectada por primera vez en 1887 por el botánico italiano Antonino Borzì y se puede encontrar en la mayoría de las cianobacterias y algunas bacterias heterótrofas como Acinetobacter sp.
[1] La cianoficina es en gran parte insoluble en condiciones fisiológicas y se acumula en forma de gránulos en el citoplasma durante la inanición de fosfato o azufre, generalmente en la fase inicial y media estacionaria.
Se sintetiza a partir de arginina y aspartato en una reacción dependiente de ATP catalizada por una sola enzima, la cianoficin sintetasa.
Debido a su carácter polianfotérico inusual, la cianoficina es soluble en agua en condiciones ácidas (HCl 0,1 M) y alcalinas.
Expresiones heterólogas de la cianoficin sintetasa permite la producción de cianoficina en varias bacterias biotecnológicamente relevantes, como Escherichia coli y Corynebacterium glutamicum.