Chung Ju-yung

Cuando tenía 16 años huyó junto con un amigo a Chongjin para trabajar como albañiles, y estuvieron así dos meses hasta que su padre les localizó.

Después de contemplar diversas opciones que no pudieran ser intervenidas por las autoridades, Chung apostó por la reparación de automóviles y abrió un taller mecánico junto a un socio japonés.

No obstante, ese éxito coincidió en tiempos de guerra y en 1943 el gobierno colonial le exigió que fusionara su garaje con una acería para ahorrar recursos.

Esta decisión hizo que el nuevo presidente surcoreano, Park Chung-hee, contase con su empresa para su plan de industrialización, basado en grandes conglomerados (chaebol) que recibirían ayudas estatales y contratos a cambio de inversiones estratégicas.

[2]​[7]​ En la década de 1960, Hyundai se convirtió en socio preferente de la administración y se expandiría a dos sectores que impulsaron su crecimiento: Hyundai Motor Company (1967), especializada en automóviles a precios económicos, y Hyundai Heavy Industries (1971), dedicada a la construcción naval en su gran astillero en Ulsan.

[6]​ En 1987, cuando tenía 72 años, Chung abandonó la presidencia de Hyundai para dar el salto a la política.

La mayoría de las filiales del conglomerado pasaron a ser dirigidas por sus hijos y familiares directos.

[7]​ Este escándalo de corrupción terminaría pasándole factura: tras demostrarse lo sucedido, tuvo que dimitir al frente del Partido Nacional y fue condenado a pena de prisión, eludible por su avanzada edad.

[9]​ Y aunque los chaebol mantuvieron una posición dominante, el gobierno había comenzado a retirarles varias de las numerosas ayudas que percibían.

[1]​ Al margen de los escándalos en Hyundai, Chung colaboró activamente con Kim Dae-jung en la «política del Sol», encaminada a distendir las relaciones con Corea del Norte con el objetivo de la reunificación a largo plazo.