El gallego Matías López comenzó su andadura en el mercado español del chocolate en Madrid, a la edad de 26 años.
Contrató al famoso litógrafo madrileño N. González, para que en colaboración con el dibujante Francisco Ortego Vereda diseñaran el primer cartel publicitario de España, conocido popularmente como «Los gordos y los flacos».
[4] La expansión hizo que la venta de chocolates se hiciese por toda la península ibérica.
Los costes arancelarios impidieron que pudiera extenderse a mercados extranjeros con un precio competitivo.
Nada queda ya de aquella gran industria y los obreros nunca cobraron los últimos días trabajados.