Tanto los chinthe como los simha aparecen en las monedas de Birmania y Sri Lanka.
La leyenda de su origen dice así: "Una princesa dio a luz tras casarse con un león, pero luego lo abandonó.
Dejándose llevar por la ira y perdiendo el control de sí fue que el león renunció a su propia vida.
Para redimirse y hacer honor a su memoria, le erige una estatua frente al templo de la que sería guardiana."
Por esto se representa a veces una variante birmana del chinthe, el manussiha, como mitad-león mitad-humano.