Ollie vive una vida perfecta: una bella esposa, una hermosa mansión completa con un mayordomo, y ser nominado para alcalde no se queda atrás.
Stan entra en la casa de la mujer, disgustada por haber sido engañada, llama a Ollie por teléfono.
Mientras la mujer está esperando en otra habitación, Stan intercepta la fotografía escandalosa poco después, aunque esto no impide a la mujer que use la otra puerta para salir.
Esta buena acción se cumple con una ingrata patada en la espinilla por parte de Ollie, mientras el mayordomo guarda silencio.
Tan pronto como Stan, Ollie, y la mujer están solos, Ollie saca un arma de fuego, amenazando con matar a la mujer y luego suicidarse, lo que la hace desmayarse.