Cheliábinsk

Hasta el final del siglo XIX Cheliábinsk no fue más que una pequeña ciudad, cuya vida cambió radicalmente en 1892 con la llegada del ferrocarril Transiberiano.

La población creció rápidamente al convertirse en un nudo de comunicaciones ferroviarias y en un importante centro comercial.

[1]​[2]​ Cheliábinsk está situada en la vertiente oriental del Ural, a solo 210 km al sur de Ekaterimburgo y a 200 m sobre el nivel del mar.

La ciudad, por la que transcurre el río Miass, está además bañada por las aguas de un embalse y tres lagos.

Es un nudo importante de ferrocarriles y carreteras, estando situada en el recorrido del ferrocarril Transiberiano, y cuenta con el Aeropuerto de Balandino (CEK).