Charna Furman

[1]​[2]​ Creció en la casa de sus abuelos maternos, donde fue criada en una familia judía tradicional.

Además fue sujeta de insultos antisemitas y en prisión se le negaron los alimentos necesarios para respetar sus restricciones dietéticas o literatura judía.

Se buscaba reconvertir el edificio abandonado en un hogar comunal para doce familias, sin embargo transcurrieron cuatro años antes de que se otorgara la escritura de la propiedad.

El edificio tenía tres patios comunitarios que se mantuvieron libres para el uso de las y los residentes, las habitaciones restantes fueron divididas en apartamentos residenciales para las distintas familias.

Igualmente, publicó libros y artículos sobre soluciones de vivienda urbana.

Algunas de sus obras incluyeron Mujefa ya tiene casa: un proyecto piloto y sus impactos en el Uruguay, 1996; Soluciones habitacionales para personas adultas mayores, 1997; Políticas de vivienda y hábitat.

[5]​ Durante este periodo, para sobrevivir, las mujeres formaron grupos de apoyo y vivieron en un estilo comunal para cuidarse y acompañarse unas a otras en sus vivencias de agresión sexual, violencia y los traumas psicológicos que quedaron como resultado de las violencias vividas.