En sus memorias, el conde de Tilly menciona el salón de juegos así como su vano intento por conquistar a Émilie.
A pesar de haber contraído matrimonio con el conde de Sartine en 1792 en Ruan, donde su familia había buscado refugio durante las masacres de septiembre, Émilie estaba enamorada en secreto del cantante François Elleviou.
Poco antes de la ejecución, tras haber sido vestidos los cincuenta y cuatro condenados con prendas rojas, Émilie dijo a su madre: "Mira, mamá.
Es gracioso, ¡todos estos abrigos rojos!
Tras la ejecución de Émilie, las mujeres de París empezaron a llevar sobre los hombros un pañuelo rojo en su honor, llamado "nemesis".