Hermann Staudinger fue el pionero del estudio de las cetenas.
[1] La palabra cetena también puede referirse a la etenona, la cetena más simple, en la cual las dos R son átomos de hidrógeno.
La exposición a niveles concentrados de etenona produce irritación en determinadas partes del cuerpo tales como los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones.
Las cetenas son muy reactivas, y tienden a unirse a otras moléculas en forma de grupo acetilo.
Pueden reaccionar consigo mismas para formar dímeros cíclicos conocidos como dicetenas (oxetanonas).