Cesáreo González Rodríguez

[3]​ En 1940, tras la Guerra Civil, decide invertir en el negocio cinematográfico, que conoció por casualidad durante el rodaje en Galicia de El famoso Carballeira, dirigida por Fernando Mignoni.

Promueve la producción de Polizón a bordo (Florián Rey, 1941), película inspirada en su propia aventura migratoria.

Este mismo año registra la marca comercial Suevia Films, situando su sede en la madrileña Gran Vía.

Lo intenta a través de historias capaces de suscitar la nostalgia del público gallego emigrante en la América hispana (Mar abierto, Ramón Torrado, 1946), y, simultáneamente, contratando a la actriz británica Madeleine Carroll para protagonizar la “superproducción histórica” Reina Santa (Rafael Gil, 1947).

[5]​ Falleció en Madrid el 20 de marzo de 1968 tras tener firmado un importante contrato para cuatro películas con Luis García Berlanga, que ya no vería, entre ellas ¡Vivan los novios!