¡Vivan los novios!

Leonardo es un hombre reprimido, que tiene fantasías eróticas con mujeres jóvenes, rubias y extranjeras.

Ante tal suceso, su novia y su cuñado deciden ocultar el cadáver, ya que ella no está dispuesta a retrasar la boda.

Su ya mujer, Loli, y su cuñado Paco deciden, sin la aprobación de nuestro protagonista, arrojar el cadáver al mar.

[2]​ Finalmente, y tras una noche de duelo, se procede a un majestuoso entierro.

[5]​ La película tuvo una mala acogida por la crítica especializada, y pasó prácticamente inadvertida para la mayor parte del público.