Este pico es conocido por sus notables vistas, dado que está aislado en una zona relativamente llana si se compara con las grandes elevaciones de la sierra de Guadarrama, como son Peñalara o Cabezas de Hierro.
Su altitud asciende a 1425 metros sobre el nivel del mar.
[1] La situación de este cerro es bastante singular, tal y como lo narró Casiano del Prado, un pionero de la geología madrileña: Este cerro en verano toma un color completamente amarillento muy especial, dado que su vegetación es muy escasa.
La formación es de origen pre herciniano con gneis como principal componente.
[2] En el sur, en el término municipal de Colmenar Viejo se encuentra la dehesa de Navalvillar, espacio protegido por el propio ayuntamiento, cuyos suelos tienen por origen la erosión del gneis del cerro y le confieren una gran riqueza de pasto comparada con los suelos de origen granítico.