Conserva vestigios arqueológicos como edificios piramidales y petroglifos.
En 2003 fue declarada como Área de Valor Ambiental del Distrito Federal.
[2] Su formación data del periodo Cuaternario: posee vestigios arqueológicos que lo sitúan como un cerro sagrado para los pueblos habitantes de la Cuenca de México, a semejanza del Ajusco u otras elevaciones de las sierras aledañas, en los cuales realizaron rituales asociados a la lluvia, la agricultura y la fertilidad.
Fechas correlacionadas al actual calendario Gregoriano,[6] Johanna Broda ha sugerido su relación ritual con el edificio principal de la cercana zona de Cuicuilco, ya que las estructuras construidas en esta última y en el Zacatépetl, tienen una misma orientación "hacia el Popocatépetl en una línea señalada por la salida del sol en el solsticio de invierno".
[1] Existe un registro de la biodiversidad del cerro en el sitio Naturalista - México