El centro está destinado a servir como contrapeso a las instituciones establecidas y económicamente conservadoras o libertarias como la Fundación Heritage o el Instituto Cato, que son instituciones esenciales para el éxito del conservadurismo en los Estados Unidos en general y el Partido Republicano en particular ha contribuido desde la década de 1980.
Sus objetivos son: Desarrollar una visión a largo plazo de unos Estados Unidos progresistas, proporcionar un foro para el desarrollo de nuevas ideas progresistas y soluciones políticas, respuestas efectivas y rápidas a las soluciones propuestas por los políticos conservadores, críticas bien pensadas, alternativas claras, y promover la difusión de mensajes progresistas dirigidos al público estadounidense.
Los empleados acusan a la organización no solo de tolerar el acoso sexual, sino también de acosar a los empleados que han hecho tales acusaciones.
[7][8] El Centro para el Progreso Estadounidense ha sido criticado por no publicar oficialmente a los donantes de las grandes corporaciones organizadas en la alianza de negocios, lo cual es problemático porque actualmente muchos piensan que los donantes están actuando efectivamente como cabilderos no registrados, favoreciendo sus propios intereses, sin cumplir con el requisito de divulgación financiera.
Según una lista de donantes filtrada y publicada por la revista The Nation, los miembros de la alianza de negocios incluyen a empresas como: Comcast, Walmart, General Motors, Pacific Gas and Electric, General Electric y las empresas aeronáuticas Boeing y Lockheed Martin.