Las casonas, generalmente hechas en sillar, se caracterizan por sus arcos semicirculares y sus techos en bóveda.Las capillas y los conventos de Santo Domingo datan del siglo XVI al XVIII; San Agustín, La Merced y la iglesia de Santa Martha del siglo XVII.Las casonas, generalmente hechas en sillar, se caracterizan por sus arcos semicirculares y sus techos en bóveda.[2] Las casonas, generalmente hechas en sillar, se caracterizan por sus arcos semicirculares y sus techos en bóveda.La luz se combina en sus líneas para crear una dinámica que aligera la pesada estructura y la vuelve más interesante.Las estrechas ventanas dejan penetrar la luz dentro de los arcos semicirculares y bajo los techos abovedados.[4][nota 2] El escritor Pedro Dávalos y Lissón, en su libro la Primera Centuria recoge la descripción dada por Paz Soldán en 1855:Las manzanas era ocupadas por cuatro u ocho solares, y eran distribuidas según su importancia en los nuevos vecinos.Sus antiguas casas están decoradas externamente con macetas de geranios y otras flores.El sillar, ha tenido una presencia gravitante en la región Arequipa, desde el uso casi mágico por las culturas preincaicas hasta la actualidad.Esta piedra volcánica, blanco o excepcionalmente rosada, blanda, ligera, térmica, estética y resistente a la intemperie, surgió como solución estructural antisísmica.Se pueden mencionar cinco períodos: En el casco histórico se contabiliza la existencia de 14 iglesias o templos, 4 capillas, 5 conventos y 3 monasterios,[10] entre los monumentos de este tipo destacan: Es el más importante edificio neoclásico del Perú, producto de la reconstrucción comenzada en 1844 y terminada tres años después y dirigida por el arquitecto Lucas Poblete.La sillería del coro bajo merece especial mención, pero aún no está abierta a los visitantes.Esta Catedral fue declarada Basílica Menor por el Papa Pío XII con motivo del IV Centenario de la ciudad en 1940.[13] El templo de San Francisco se encuentra ubicado frente a una pequeña plaza.Este convento fue fundado en 1552, pero su construcción no se dio sino unos años más tarde.Este complejo como los otros, ha sufrido los terremotos, y las modificaciones mayores están en las estructuras originales.Las esculturas se encuentran entre las más bellas obras del siglo XVII de Arequipa.Las exposiciones de “Historia de los Juguetes en el Perú”, nos muestra lo importantes que son la educación y el juego en la conservación cultural; y la “Evolución del Arte textil peruano” nos muestra una continuidad cultural pocas veces captada en los museos peruanos.Sin lugar a dudas la visita al Convento museo La Recoleta de Arequipa garantiza una amplia satisfacción a quienes quieran conocer y tener una visión totalmente diferente de toda la historia del Perú.En la sacristía está la capilla de San Ignacio, con murales polícromos que muestran la flora y la fauna tropicales.Su construcción en el siglo XVI sobre una base superior a los 20.000 metros cuadrados, tiene un templo de grandes dimensiones, claustros, celdas, fuentes, una pinacoteca, jardines e importantes murales.Cabe señalar que este gran convento-ciudad, con calles internas, fue un claustro de ingreso prohibido durante cuatro siglos.Existen 10 edificaciones que por origen se dedicaron a fines cívicos, como lo son los teatros Fénix.
Vista nocturna de la Basílica Catedral de Arequipa.