El Centro Penitenciario Femenino (CPF) de Santiago, también conocido como la cárcel femenina de San Joaquín, es una prisión chilena para mujeres condenadas, ubicada en la comuna santiaguina de San Joaquín.
Ha llamado la atención a escala nacional la gran cantidad de reclusas conocidas que han pasado por sus instalaciones, lo cual puede deberse a que en Chile hay pocas prisiones femeninas.
En 2017, se convirtió en la primera cárcel femenina del mundo visitada por el Papa Francisco.
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