Entró en funcionamiento en 1981 y tenía una potencia de 1101,4 MW.
En 1992 la central térmica de Andorra fue equipada con filtros que eliminarían más del 90 % del dióxido de azufre generado en la combustión en 2008, según Endesa.
Para abastecerla de agua, se construyó el pantano de Calanda en el río Guadalope, del que mediante dos bombeos se impulsa a la central.
Se ha ido mezclando el carbón de la zona con hulla importada de mayor poder calorífico y menor contenido en azufre, en un porcentaje que se ha ido aumentando progresivamente hasta llegar al 30%.
En determinadas ocasiones se utiliza el gas natural como combustible de apoyo.
Los circuitos básicos que la componen son: La central térmica de Andorra causa una importante degradación ambiental en las zonas limítrofes debido a sus importantes emisiones de gases contaminantes.
[13] La denuncia se retiró tras un acuerdo entre Endesa, ecologistas, ayuntamientos, Generalidad Valenciana y Ministerio de Agricultura.