Se elaboró como base para recaudar un nuevo impuesto, llamado el de los Millones, instaurado por Felipe II en 1590.
Este libro constituye una fuente documental importantísima para conocer la demografía y la economía en la época de los Austrias.
Incluía, pues, a los hidalgos y títulos de la Corona (Estado noble), a los pecheros propiamente dichos (Estado llano) y al clero secular y regular (Estado eclesiástico).
Pagaba las fardas y los servicios especiales impuestos a los moriscos, lo que le dejaba libre de los servicios ordinarios y extraordinarios, y por ello rehusó pagar el impuesto de los Millones.
La cantidad asignada permaneció sin corregir hasta el final de los seis años.