[1] El dispositivo ha sido utilizado para recrear la presión existente en lo profundo de los planetas, creando materiales y fases no observadas bajo condiciones normales.
Ejemplos notables incluyen el hielo X no molecular,[2] nitrógeno polimérico[3] y xenón metálico (un gas inerte a bajas presiones).
Los estándares de presión comunes incluyen la fluorescencia del rubí,[4] y varios metales estructuralmente simples, tales como cobre o platino.
La muestra puede ser vista a través los diamantes e iluminada por rayos X y luz visible.
Temperaturas mucho más altas (superiores a 7000 K)[8] pueden ser conseguidas con calentamiento inducido por láser,[9] y el enfriamiento hasta milikelvins ha sido demostrado.
Algunas celdas contemporáneas pueden ajustarse fácilmente en un criostato para medidas a baja temperatura, y para usarse con un electroimán superconductor.
Esto vuelve a la celda un dispositivo perfecto para experimentos espectroscópicos y para estudios cristalográficos utilizando rayos X duros.