La sacristía, originalmente una sala capitular, es la parte más auténtica de la catedral, lo mismo que el retablo barroco, el púlpito y la pila bautismal.
Ahí se halla el sarcófago de decoración más suntuosa que haya existido en Noruega.
La cripta, descontinuada como tal, funciona actualmente como sala de conferencias, conciertos o exposiciones, y cafetería.
Su material de construcción fue ladrillo holandés y su torre no era en un principio tan alta como en la actualidad.
El interior de la catedral fue cambiado al estilo neoclásico, muy en boga entonces y la torre, considerada bastante baja por la población, fue elevada considerablemente y se le colocó una cúpula, dándole un aspecto majestuoso al edificio.