La idea de construir una catedral ortodoxa en Sibiu empezó con el obispo metropolitano Andrei Şaguna, quién en otoño de 1857 pidió permiso al emperador Francisco José I para enviar una circular a su diócesis pidiendo a los sacerdotes y seglares que dieran donaciones.
Para liberar espacio y construir la catedral (hicieron falta cinco parcelas en la calle Mitropoliei y tres en la calle Xenopol donde también hay una entrada), ocho casas cercanas tuvieron que ser derribadas, así como una pequeña iglesia griega construida entre 1797-1799 que hasta entonces había servido como catedral.
[1] Las obras, coordinadas por el arquitecto de ciudad Iosif Schussnig, empezaron en 1902 y finalizaron en 1904, cuando se terminó el techo cobrizo.
El 13 de diciembre de 1904, las cuatro campanas eran bendecidas y colocadas en las dos agujas principales (durante la Primera Guerra Mundial, el ejército austro-húngaro fundió las tres campanas en la aguja occidental para utilizarlas como cañones; estas no fueron reemplazadas hasta 1926).
Detrás de este y entre las torres principales se halla un amplio vestíbulo semicircular con una ventana con forma parecida a un vitral, mientras que el exterior está decorado con mosaicos redondos que muestran a Jesús y los Cuatro Evangelistas.